“Nadar o morir” es una historia donde el sufrimiento, el rencor, la humillación y el amor son los valores más claros que sufre el protagonista, Bruno. Estudia bachillerato y hace meses hizo algo terrible que parece que nadie se lo puede perdonar, llegando a hacerle la vida imposible, bullying. Por ello, Bruno se dedica a ir al gimnasio cada noche a nadar, a cronometrarse e intentar ir cada vez más rápido, convirtiéndose en una obsesión, olvidando durante un rato su propia realidad. Un día, por culpa de una gamberrada que le hacen, conoce a Lidia, la recepcionista del gimnasio, de la cual poco a poco se va enamorando, aunque por lo que hizo, no cree que se lo merezca. Lo recomiendo mucho, ya que es muy emotivo. Traspasa lo irreal para llegar a nuestros sentimientos más profundos (en alguna parte del libro se me habrá escapado alguna lágrima). Se empatiza mucho con Bruno. Es una novela muy breve, por ello es de rápida lectura y muy sencilla, que te mantiene expectante sin perder el hilo conductor (el bullying). La única cosa que no me acaba de gustar es el final ambiguo, no queda claro qué pasa. Ni tampoco que fue “eso” tan terrible que hizo que no le pueden perdonar.
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